No hace mucho tiempo, pedí algo, en voz alta, frente al espejo. Era tal el estrés, que prometí si se cumplía, subir al Pinar de Tamadaba en busca de la ofrenda que le entregaría al apóstol San Pedro, patrón del Valle de Agaete.
Mi promesa se cumplió y subí el pasado 28 de Junio a la una y media de la mañana junto con mis tías Paqui y Anate, Encarna, Teresa y Perico.
La despedida de los romeros comenzó a las diez de la noche con el volador anunciador. Sentimientos a flor de piel, describen perfectamente el ambiente que se respiraba en el marco incomparable del Valle de Agaete.
Antes de partir por los caminos reales que nos dirigían al Pinar, hicimos una pequeña pero agradable parada en el bar "Casa Tino", garbanzada para picar y unas cañitas para refrescar fueron los ingredientes necesarios para afrontar el duro camino.
Las vistas desde arriba son impresionantes; me quedo con la imagen del Valle, a lo lejos, en silencio, ansioso, esperando a sus romeros.
Sobre las tres y media de la mañana llegamos al destino, no sin antes hacer dos tradicionales descansos: la gotera y Visvique.
A pesar de dormir en un saco y ser sustento de decenas de mosquitos, he de reconocer que ha sido una de las noches más mágicas que he pasado. Dormir a los pies de un hermoso pino de unos nueve metros de altura y observar las cientos de estrellas que adornaban el despejado cielo, no tiene precio.
El canto de los pájaros hicieron aún si cabe, más mágico mi despertar. El bullicio de la muchedumbre se escuchaba a lo lejos, niños jugando con la pinocha, jóvenes cortando ramas, mayores repartiendo agua, todos con nervios, deseando hacer el camino de vuelta.
Con nuestras ramas al hombro y bajo una mañana soleada, comenzamos a descender. En primer lugar hicimos una parada en Visvique, allí nos esperaba Don Horacio y sus amigos. Nos ofrecieron tortilla de papas y cebolla roja, acompañada con un "culillo de ron". Mis tías me comentaron que la cebolla roja calmaba la sed, y así fue. La segunda y última parada la hicimos en la gotera, donde pude probar por vez primera una fresca y confortante agua natural.
Los voladores anunciaban que la fiesta estaba a punto de comenzar y nos apresuramos. Llegamos al destino, la Era del Molino, allí recibía a los romeros con los brazos abiertos la Comisión del Caldo; delicioso caldo.
Bailamos La Rama al son de las Bandas de Agaete y Guayedra, por unos momentos pensé que el Pinar de Tamadaba se había trasplantado en las mismas calles, ramas enormes, todas con el mismo aroma: poleo, eucalipto...
San Pedro nos esperaba a las puertas de la Iglesia, le entregué mi rama agradecido y prometí volver...
Q grandee eress primooo!! me emocionaa todoo lo q haces...
ResponderEliminarHermosa historia Adrián y me alegro de que tu petición se cumpliera, mereció la pena el sacrificio, eso es muy buena señal.
ResponderEliminarY como dice el dicho lo prometido es deuda así que no te olvides volver.
Creo que eres un buen chico.
Bonito Adri, muy bonito, un beso
ResponderEliminarAdri eres un cielo, ya despuntabas desde hace mucho tiempo, los que tenemos el placer de conocerte y de tenerte de vecino te queremos. Bsssssssssssssssssssssssss.
ResponderEliminarCada uno vive su historia según la siente, yo te puedo contar que nunca he subido a la rama de San Pedro, pero sí a la de La Señora de Las Nieves, sólo te puedo decir que te entiendo y que solo de nombrarlo ya tengo la piel de gallina, que sentimientos encontrados en un sólo instante y que alegría mas grande al saber que ese esfuerzo lo haz echo por una promesa y que esa promesa es por tú madre, Dios cuantas veces mil gracias por haberme dejado vivir ese momento. Saludos.
ResponderEliminarme encanta, Adri, no sabía que sabías expresarte tan bien; fue un placer pasar la noche contigo, en ese mágico pinar; volveremos el próximo año, espero. Un beso muy grande. Encarna.
ResponderEliminarsimplemente espectacular.
ResponderEliminarSUGERENCIA PARA ADRIÁN:
ResponderEliminarSi me permites te haré una sugerencia,y es que creo deberías contestar a los diferentes comentarios, en agradecimiento, ES DE BIEN NACIDO SER AGRADECIDO.
Muchas gracias.
Discúlpenme, pero no tengo la aplicación de avisos a mi correo electrónico. Muchas Gracias a todos, de verdad. Les aconsejo que si tienen la oportunidad, acudan al pinar de Tamadaba, y si es posible el 27 de Junio por la noche, todo es mágico.
ResponderEliminarhola sobrino, fue un placer compartir contigo esta experiencia, debo reconocer que fuiste muy valinete en la subida (mas que yo que me quede en el intento). Espero que sigas subiendo y que animes a tus amigos, les toca a ustedes continuar con la tradicion. Lo dicho un placer. Te quiero. Tu tia Anate
ResponderEliminar¡Me emocionas! Es una de las experiencias más bonitas.Me siento muy orgullosa de poder entender lo que con tus palabras expresas,porque yo también sé lo que es pasar esa noche en el pinar,con esos nervios,esa alegría...
ResponderEliminarSimplemente no hay palabras para explicar ese sentimiento! Muy bonito Adri,Tu amiga Alba :)
Hola adri,soy la otra tía, que bien que sepas expresar los sentimientos que
ResponderEliminarlas personas no lo sabemos decir pero si sentir.
Me encanta esa subida a veces silenciosa y a veces divertida, sobretodo por
los chascarrillos de teresa, es genial, la espontaneidad de encarna, la
preocupación de perico por buscarnos la mejor rama, los saludos por la
mañana, la cebolla cruda, la tortilla de los romeros y como tu bien dices
los culillos de ron, como repite encarna es magia pura.
Me encantaría compartir contigo todas estas sensaciones el año que viene si
dios quiere. ¡¿Y SABES ADRIAN?¡ Cada año es diferente.
Un bssssssss
Felicidaes por tu nuevo blog
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