Camino de Santiago

Eran las 9:15 de la mañana, cuando nos subíamos al avión con destino Santiago de Compostela. Todos los que conformabamos el grupo eramos conocidos, como mínimo de vista. En este momento era incapaz de saber la buena armonía que se iba a respirar el resto de los días de convivencia.

Una vez llegados a Santiago, nos recibió María Soneira, la guía que nos iba a acompañar durante toda nuestra estancia en la comunidad. Poco después nos trasladamos de inmediato al ``autobús´´ que nos llevaría al pueblo que daba el pistoletazo de salida a nuestra primera etapa de peregrinación SARRIA- PORTOMARÍN. He de decirles que en esta primera etapa, recorrimos en tan sólo 5 horas, 25 km.

Los pueblos que fuimos viendo a lo largo de nuestro trayecto tenían un paisaje idílico ya que parecías ser figurante de una película de fantasía dónde los bosques encantados y la diversidad animal y vegetal eran los protagonistas.

Cuatro días, sólo cuatro, han sido suficiente para ampliar mi círculo de amigos: Marina, Noemí, Fran, Desi, Yenni, Yasmina, Shayla, Strelitzia, Eva, Dani, Antonio G., Yanira, Hugo, Misael, Antonio, Josué, Yesenia, Rafa y Daylo. Quiero que sepáis que todos, absolutamente todos, los llevaré para siempre en mi corazón, ya que ha sido una experiencia espectacular y difícil de olvidar. Espero desde lo más profundo del alma que se cumpla todo aquello que pedimos al Santo Patrón y que nos volvamos a tropezar en algún otro tramo del camino de nuestras vidas. Yo por mi parte estaré encantado de tropezarme con cualquiera de ustedes...

Felicidades a todos porque, unos con más esfuerzo que otros, pero todos tenemos la Compostelana, una Compostelana fiel reflejo de sacrificio, amor y compañerismo.

¿Qué más se puede pedir?...

UN VIAJE MARAVILLOSO, CON GENTE MARAVILLOSA...

Gracias